viernes, 25 de julio de 2014

La Cueva de Arcoia

El pasado 1 de Junio fué un día excelente, y como no podía ser de otra manera decidimos hacer una escapada que nos alejara un poco de los quehaceres y preocupaciones diarias. Y dado que hacía tiempo que no íbamos a una cueva, decidimos ir a la Sierra del Caurel y visitar la que es sin duda una de las cuevas más hermosas de Galicia: La Cueva de Arcoia.
Después de parar en Liñares y visitar casa Sofía para tomar un café,  nos adentramos en el corazón de la Sierra y nos dirigimos  hacia Céramo, una remota aldea en la cual podemos conversar con uno de los dos únicos vecinos que al parecer aún residen en éste,  para nosotros,  idílico lugar. Desde aquí iniciamos el camino hacia la entrada de la cueva, que nos recibe con ese frescor agradable que proporcionan las cuevas en un día de calor.

Aldea de Céramo



Entrada a la cueva


Una vez dentro ya no queda más que recorrerla, cómo siempre adaptándonos a las irregularidades y peculiaridades que presenta cualquier progresión en cueva: estrecheces, gateras, resaltes, pozos, bloques, coladas, superficies resbaladizas y demás dificultades que nos obligan a concentrarnos en los pasos que damos para evitar en la medida de lo posible algún posible percance.
Nada más entrar bordeamos con sumo cuidado el Pozo de las Calaveras llamado así por haber sido encontrados en él dos calaveras, una de las cuales presentaba un orificio de bala. Controvertido es el origen de estos restos que parecen quizás remontarse a alguna de nuestras guerras recientes. No paramos demasiado y continuamos nuestro avance  por la Galeria de las Columnas hasta llegar a la Sala de la Espera.
Trás superar un resalte y avanzar por la Galería de los Topógrafos llegamos a la Sala del Elefante y a partir de aqui deambulamos por las múltiples recovecos y galerias que nos llevan a las distintas partes de la cueva hasta llegar a un pequeño lago al final de la cueva.


Sala de la Espera




Sala del Elefante



A lo largo del recorrido paramos no pocas veces a fotografiar las salas, galerías y las múltiples y variadas formaciones que las adornan: estalactitas, estalagmitas, excéntricas, colada, gours, columnas,...
Decir además, que el disfrute de esta cueva se le debe al Grupo de Espeleología Arcoia, un grupo lugués que a finales de los 80 no cesó en su empeño de desbloquear una posible continuación de la misma y que dejo al descubierto una de las grandes maravillas subterráneas de Galicia, que además como en una cápsula del tiempo albergaba intactos los restos paleontológicos de animales del cuaternario.



Sala de la Espera


Galería de las Columnas



Una vez fuera somos recibidios por un golpe de calor debido al cambio de temperatura, y ya despojados de nuestras vestimentas mi compañero Emilio, gran aficcionado a las plantas, se esmera en buscar y fotografiar todas las flores y orquídeas silvestres que encontramos, que a pesar de no estar en la mejor época, aún fueron unas cuantas.
En la actualidad la entrada a la Cueva de Arcoia se encuentra restringida por encontrarse dentro de la Red Natura 2000, y además de disponer de la licencia de espeleología es preciso solicitar un permiso para su visita al organismo correspondiente en la Conselleria de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Sin duda un paso más, que aunque pudiera parecer  incómodo a primera vista, redundará en la conservación del reducido patrimonio subterráneo gallego.





Orchis italica


Por Javier Santiago y Emilio del Rio, 25 de Julio de 2014

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