El Puente de Gundián es un hermoso puente que atraviesa el Rio Ulla a su paso por el Ayuntamiento de Vedra. Fué construido entre los años 1945 y 1956 para permitir el paso del ferrocarril que iba de Carballino a Santiago de Compostela salvando de esta forma el llamado Pozo de San Xoán da Cova, un profundo desfiladero labrado por el río en durísimo cuarzo, el mismo material del que está constituido el famoso Pico Sacro situado en sus proximidades y que alberga la Cueva del Pico, una de las más famosas y misteriosas de Galicia.
La construcción del puente fué una labor épica, tal como refiere Manuel Reimóndez Portela en su libro "Gundián", en la que los operarios se jugaban la vida trabajando a gran altura sobre el suelo sin casi elementos de seguridad.
Con sus casi 90 metros de altura asomarse a su varandilla impresiona, más cuando en días de fuerte viento éste se ancajona entre las paredes del cañón aumentando su fuerza de forma considerable.
Hoy en día, sin embargo, ha quedado empequeñecido al construirse próximo a él un enorme viaducto de 117 m que da servicio al nuevo, pero ya no tan moderno, tren del AVE.
Sin embargo lo que más me atrajo de este puente fué su gran vertical, y dado la imposibilidad de encontrar cuevas cerca de Santiago de Compostela, el puente era un sitio ideal para practicar distintas técnicas de subida y bajada con las cuerdas. Una de las veces que fuí , mi amigo Javier Cebrián, gran aficcionado al vídeo, tomó unas cuantas imágenes para guardar de recuerdo y que quedara registro de la espectacularidad del lugar. Con estas imágenes montó un atractivo vídeo titulado "Rapelando en Puente Gundián", en el que lo único que le fué imposible captar fueron los latidos de mi corazón cuando estaba suspendido en el vacio y no tenía más que aire a mi alrededor. Sin duda una bonita experiencia.
Javier Santiago, Enero 2013
La construcción del puente fué una labor épica, tal como refiere Manuel Reimóndez Portela en su libro "Gundián", en la que los operarios se jugaban la vida trabajando a gran altura sobre el suelo sin casi elementos de seguridad.
Con sus casi 90 metros de altura asomarse a su varandilla impresiona, más cuando en días de fuerte viento éste se ancajona entre las paredes del cañón aumentando su fuerza de forma considerable.
Hoy en día, sin embargo, ha quedado empequeñecido al construirse próximo a él un enorme viaducto de 117 m que da servicio al nuevo, pero ya no tan moderno, tren del AVE.
Sin embargo lo que más me atrajo de este puente fué su gran vertical, y dado la imposibilidad de encontrar cuevas cerca de Santiago de Compostela, el puente era un sitio ideal para practicar distintas técnicas de subida y bajada con las cuerdas. Una de las veces que fuí , mi amigo Javier Cebrián, gran aficcionado al vídeo, tomó unas cuantas imágenes para guardar de recuerdo y que quedara registro de la espectacularidad del lugar. Con estas imágenes montó un atractivo vídeo titulado "Rapelando en Puente Gundián", en el que lo único que le fué imposible captar fueron los latidos de mi corazón cuando estaba suspendido en el vacio y no tenía más que aire a mi alrededor. Sin duda una bonita experiencia.
Javier Santiago, Enero 2013
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